El valor del campamento

Dest. 43 Campamento Regional 2013

Creemos que a los muchachos debe dárseles una experiencia real de campamento y que el espacio al aire libre debe usarse para enseñarles los valores que contribuyen con el vivir cristiano.  Sugerimos que los líderes lidien con la naturaleza, que no cambia fundamentalmente, y les demuestren a los muchachos su relación con la naturaleza.  El campamento debe usarse para desarrollar en los muchachos las cualidades de seguridad, ingenio, iniciativa, auto confianza, honestidad, trabajo en equipo, juego limpio y semejanza a Cristo, para que cuando Dios les toque el hombro y los llame a cualquier área de servicio, todos respondan diciendo: “Aquí estoy, Señor, envíame”.

Trabajo en Equipo

Vivir juntos al aire libre, con la guía apropiada, puede inculcar cualidades de buena ciudadanía y cortesía.  Los muchachos aprenden a dar y recibir de la vida.  Comparten el alojamiento y las responsabilidades, juegan y trabajan juntos, comparten experiencias.  Aprenden que la cooperación, donde cada muchacho hace su parte, es necesaria para vivir una experiencia segura y confortable.  Estar orientado hacia el otro, en lugar de hacia sí mismo, es parte de nuestro patrimonio bíblico.  La buena ciudadanía, como forma de vida, viene con la felicidad, la satisfacción y la participación personal que debe iniciarse entre los jóvenes si esperamos que se conviertan en hombres cristianos que estén deseando sacrificarse por Cristo y por su prójimo.  Las experiencias de campamento son oportunidades naturales para que los muchachos vean sus diferencias y sus similitudes respecto a los otros muchachos con quieres entran en contacto.  El campamento crea una mejor comprensión entre los muchachos.  Vivir juntos en campamento rompe las barreras artificiales, que pueden presentarse entre los muchachos debido a la familia, las condiciones económicas o los antecedentes culturales.

Devocional Matutino

Los campamentos de Exploradores del Rey les ayudan a los muchachos a comprender cómo se mantiene una buena salud física y mental.  Los padres se encargan del cuidado de la salud de los muchachos en la casa.  Cuando los muchachos van de campamento, aprenden, gradualmente, a ser más responsables de sus propias necesidades físicas y mentales.  Bajo los ojos atentos de un líder bien entrenado, los muchachos aprenden a hacer sus camas, a tener hábitos regulares de comida y aprenden también las bases de la salud y la seguridad.  Los muchachos  son  guiados  para  que  comprendan  lo  que  es  importante  para  su  salud  tanto  como  la  del destacamento.

Johnnie Barnes, Manual del líder, 1962